Dicho esto, vamos al problema. Lo que pasa es que:
1: Todos dicen que se quiere aprovechar de mi, pero en el año y medio que llevamos nunca se dio nada que yo no quisiese o que no me sintiese segura con ello.
2: Mis padres no están enterados en lo más mínimo.
3: Hasta mi mejor amigo me juzga, dice que no es para mi, que lo deje, que no lo vale.
Yo me siento realmente mal con sus comentarios, y se que está mal visto, 13 años de diferencia, es demasiado, pero, cuando hay amor, ¿hay algo que impida a dos personas unirse?
Esta historia es para hacer reflexionar a todos aquellos que se sientan inseguros con su relación a causa de comentarios referentes a la diferencia de edad.. mientras que ustedes sepan que realmente esa persona no los va a lastimar, ¿importa la opinión de los demás?
En mi caso, a pesar de que este muy mal visto, porque la verdad a nadie le gusta. Hago caso omiso y sigo con mi relación, vamos mejor que nunca, y yo me siento más que segura y protegida en sus brazos. Podría decir que lo amo, pero “amar” es una palabra muy grande, así que prefiero decir que lo quiero mucho, o que lo aprecio, y la verdad, a mi me gustaría pasar el resto de mis días junto a él.
Al día siguiente, ya con tres días de conocerlo, cuando terminé mi horario laboral y el suyo también concluyó, me acompañó hasta mi casa que quedaba a dos cuadras, y me besó por primera vez. Desde ese día fuimos inseparables, literalmente. No hubo un momento del día en el que no estuviéramos comunicados o viéndonos, almorzamos y cenamos, incluso dormirmos juntos todas las noches hasta el fin de semana del día del niño, que el viajó a su ciudad a ver a su hijo de 10 años.
Cuando volvió me planteó que quería pedirse el pase a su destino porque el allá tenía una casa y acá dormía en la comisaría. Y al ver mi cara de angustia me propuso irnos juntos. Sin dudas dije que no, que era muy lejos, que no dejaría mi vida, pero que tampoco quería dejarlo a el y Gastón, sin mas dudas, me dijo que si no me iba entonces se iba a quedar conmigo acá, porque no podíamos estar separados.
Así fue nuestra historia, inseparables sinceramente.
Vaya a saber por qué razón, el diablo metió la cola, reabrí mi Facebook luego de varios meses cerrados y subí una foto juntos. Busqué si él también tenía para agregarlo y me llevé un gran fiasco. Casado, con tres hijos. Mi desesperación fue inmediata y lo handeé. Nos habíamos visto hacía 15 minutos y esa noche habíamos decidido que me quedaría a dormir con mi hijo porque estaba muy angustiado por estar tantas noches fuera. El me handeó pidiéndome que no viera más nada, que me iba a explicar todo y que todo iba a ser mas fácil.